Gina nos escribe:
"Hay sensaciones que se convierten en constantes de toda carrera que uno hace. Si bien es cierto que cada maratón es distinto del otro, también es verdad que cada vez que uno emprende una nueva competencia, se reproducen pensamientos, reflexiones, sentimientos que ya uno vivió anteriormente. La media maratón de Bogotá fue para mí una mezcla de vivencias ya experimentadas y a la vez sensaciones completamente nuevas.
Llegué a la ciudad el martes 22 pensando que eso me iba a ayudar a acostumbrarme a la altura. No tenía muchas expectativas porque los últimos dos meses de entrenamientos habían sido un poco accidentados e irregulares. De todos modos, estaba dispuesta a dar la pelea no tanto para bajar mi tiempo (1.42 en 21k) sino más bien para mantenerme alrededor del 1.45-1.47.
La salida fue en uno de los sitios más hermosos de la ciudad: la plaza Simón Bolívar que sitúa a la competencia en un espacio más histórico que deportivo, hecho que para mí fue un atractivo. Ver los palacios y las iglesias coloniales junto con la mega botella inflada de Gatorade o la carpa de Adidas me pareció una mezcla pintoresca.
La salida de los 21k fue entre 10 y 10.15 –uno podía salir en el arco de esos 15 minutos- y los grupos estaban divididos por colores que correspondían a los tiempos. A mí me tocó salir con el grupo azul y corrí acompañada, por buena parte de la carrera (hasta el 15), con Guillermo Arreaza, gran amigo con el que he compartido muchos kilómetros.
La ruta es fácil: predominan las bajadas y los planos. Ese día había sol pero la temperatura era fresca. Pasamos el 5k en 25 minutos que correspondía a mi primer parcial; me sentía bien aunque con un leve dolor de barriga que se agudizó cuando tomé el primer trago de agua y que me molestó hasta el final.
Los kilómetros estaban marcados con un globo y la hidratación fue buena, aunque mucha gente se quejó por la falta de agua.
En el 10k estábamos en 51 minutos, 1 minuto por encima de los parciales, y allí sentí un poco de desánimo a pesar de que el público hacía de todo para ayudar, estimular, apoyar: otro mérito de esta carrera en la que además corrieron 43 mil y pico de personas entre los corredores de 10k y los de 21k.
Cuando llegamos al 15k, el reloj marcaba 1.18, 3 minutos por encima de lo debido y en ese momento sentí que había perdido el chance del 1.45. Allí comenzó la peor parte de la carrera porque sentí que decaía y tuve que luchar más. Del 18k al 21k los kilómetros se hicieron eternos; me ayudé con el gel y con el Glucosport e intenté rematar 1 kilometro antes de llegar. Pasé la meta en 1.51.46.
Llegué con fatiga pero poco a poco me fui recuperando. Además el escenario del parque Simón Bolívar lleno de gente, de globos, de atractivos ayudó para que recibiera mi medalla de participación con ánimo a pesar de no haber logrado lo deseado.
Me encantó la carrera y quizás, como nunca, sentí que estaba corriendo con un pelotón de amigos aunque no conociera a ninguna de las personas que estaban adelante y atrás de mí. Incluso, hubo un señor colombiano que corrió conmigo toda la carrera hasta la meta y al que le pedí que me pusiera la medalla.
Lo más curioso fue que, de salida del parque, de regreso a la casa, vi llegar al último participante de la media maratón: un muchacho que corrió todo el trayecto con una pelota de fútbol en la cabeza sin que se le cayera!!!
¡Definitivamente los modalidades de correr son muchas, más de las que uno cree!
Gina Saraceni (marea132000@yahoo.com )"
Si deseas ver las fotos que nos envió Gina puedes verlas en nuestro album de fotos en Flickr
No hay comentarios.:
Publicar un comentario