noviembre 25, 2007

El comienzo de una adicción (Relato de paula Sicard sobre su experiencia en el Maratón de NYC 2007)

Pedro Alvarez del grupo Con Todo, me hizo llegar amablemente ese relato de una corredora que participó en el pasado Maratón de Nueva York y que quisiera agregarlo a otros que hemos estado publicando sobre personas que hicieron en este año su primer 42k.

Paula dice:

"Me declaro adicta a la adrenalina, adicta a la vida, adicta a los retos, y por sobre todas las cosas, adicta a …Con Todo.

El Maratón es el último paso de muchos días y horas que hemos pasado juntos, compartiendo nuestras alegrías e ilusiones y también nuestros dolores y temores... Sin la presencia de cada uno de los ...Con Todo esto nunca habría sido lo maravilloso y espectacular que fue.

Debo entonces comenzar por el principio, por la parte más importante: por el inicio de los tiempos, cuando empecé a soñar que podía correr un maratón…

“¿Qué maratón vas a correr?” Me preguntó Lastenis aquel día de septiembre del 2006. Luego se acercó Pedro: “¿eres casada, soltera, tienes hijos, dónde vives?”… Las preguntas de rigor… y otras que nunca me habían pasado por la mente y para las que no tenía respuesta en ese momento: “¿por qué corres, qué zapatos son esos, y no tienes reloj, cuánto tiempo haces, cuál es tu paso… etc, etc, etc…??”

Después de ese día bendito empezó una nueva etapa de mi vida… Corrí mi primera carrera de 10K ¡en menos de una hora!. ¿Por qué no hacer un medio maratón?, entonces Miami… ¡menos de dos horas!, gran sorpresa, no lo podía creer… ¿Sería capaz de hacer un maratón? 42 K!!!. Dice el Presi, “Vamos a hacer todos un maratón”. Votamos: Noviembre, NYCM. Las inscripciones… Se acerca la fecha del inicio formal del entrenamiento. 1ro de julio, el gran día. Empezó el Maratón de Nueva York!!

De repente amanezco a las 4 a.m., baño, ropa, número en camisa, chip en zapato, desayuno en bolsa con ropa para después del maratón, powergels para tomar durante la carrera, agua y gatorade para la espera... Autobús a la 5:15 a.m. hasta Staten Island en uno de los momentos más emotivos de …Con Todo. Leímos los mensajes de nuestros amigos que nos acompañaban desde lejos, lloraron unos cuantos (te vi Lin!!). Juntos esperamos, tipo picnic hasta las 10. Un ambiente de fiesta total, el clima perfecto, y lo mejor de todo, TODOS estábamos ahí, cada quien viviendo el momento a su manera… Yo casi no hablaba.

Ya cerca de las 10 llevamos nuestras bolsas en lo que fue el único momento desagradable de esta experiencia. En las ollas de los conciertos la gente tiene más espacio del que teníamos para movernos (cosa imposible) para llegar a nuestros camiones de equipaje. Salí de ese tumulto de gente y esperé a que bajara... Ya no vería más a casi ningún …Con Todo hasta después de la meta. Cola en el baño por enésima vez… “tomé mucho líquido, me dije para mis adentros” y finalmente, un espacio abierto para dejar mi bolsa sin empujones. Misión cumplida.

De repente estoy caminando hacia el Verazano. “¿me quito este suéter?”, le pregunto a Irene, quien pocos metros atrás, gracias a Dios, me encontró entre ese río de gente. Nos detenemos ya entre la multitud. Un minuto de silencio por el atleta muerto del día anterior... El himno de USA... Y ahí viene..... El cañonazo!

Se empieza a mover el río de gente frente a nosotras. Nos abrazamos, nos deseamos suerte… Al fondo se escucha a todo volumen Frank Sinatra: "New York, New York". Se me eriza la piel... Empezamos a caminar hacia la salida, apretamos el paso, nos acercamos a la alfombra de salida, la pisamos y empezamos a correr... “No pararé hasta dentro de 42.125 Km.”, pienso para mis adentros, y así fue, aunque tuve momentos de duda...

El maratón ha sido de las mejores experiencias de mi vida... Fue una prueba a mi determinación y a mi voluntad, un remedio potente para mi autoestima... Y una válvula de escape para mis emociones... Llore por momentos, y a la llegada no podía contener las lágrimas. Nunca me había pasado y fue espectacular... La gente estuvo animándonos todo el camino, las bandas de todo tipo de música a lo largo del camino; aparte del gatorade y del agua que religiosamente hubo en cada milla, la gente ofreciendo dulces, galletas y cualquier cosa que pudiera, y que además siempre te aupaba a seguir "looking good", "go, go"... Sólo podía vivirlo para dimensionar cómo eso me ayudo a seguir, aunque en algunos momentos también miraba para adentro y me acompañaban solo mi sombra y mis pensamientos... Se sentía bien...

Corrí con Irene apenas los primeros 3K aproximadamente. Veo el paso. Vamos a 6 min. por K. Voy bien, pero mejor me administro. Bajo el paso e Irene se va adelante. 6:30-6:40. A veces 7. Ese fue mi paso durante todo el Maratón.

Creo que el miedo de no terminar y la conciencia de un entrenamiento chucuto me hicieron ir con cuidado, viendo el reloj todo el tiempo y comparando con el pacer de 4:45 que llevaba en la muñeca (Llevé también uno de 4:35, pero sólo lo usé para comparar. No me atreví a seguir ese ritmo desde el principio). Nunca dejé de verlos y de asegurarme que corría al paso que me había propuesto. Al principio, como digo, creí que podía ir un poco más rápido, pero a medida que avanzaba, me daba cuenta de que había sido una buena decisión, ya que tuve que esforzarme al final para mantener el paso… Miraba el reloj… “No puedo bajar”… Apretaba el paso. Lo hice todo lo más correctamente posible (a mi entender): powergels cada hora. Alternando entre agua y gatorade en cada puesto de hidratación. Una pepita o un shot entre powergels ya hacia el final. Otra vez el reloj. Hubo un rato bajo el puente Queensboro que perdí el satélite. Fue el momento cuando me encontré con Coqui y con Blanca. Me di cuenta de que iba un poco más rápido que ellas en ese momento, pero me dije que era ya el momento de apretar, alrededor del 25K, si no me equivoco… Mi segundo aire. Las saludé y seguí. Creo que gran parte esa energía adicional se la debo a ustedes, chicas. Me sentí muy bien de ver caras conocidas que me brindaran una sonrisa en ese momento.

En la primera avenida vi a Ingrid. Estuve todo el tiempo esperando encontrar al equipo de soporte. Casi llegando, por fin! me encontré con Bibi y Roberto (mi Machuque maracucho que me apoyó mucho by the way, aunque a veces le de por hacer algunos chistes subidos de tono frente a gente desconocida!!), quienes corrieron conmigo un momento. ¡Qué inyección de fuerza y de ganas le da a uno ver a gente querida en el trayecto!

Al final apreté hasta donde las piernas me daban para llegar Con Todo... Trate de aumentar un poco el paso... Las piernas me pesaban, y tenía los dedos de los pies dormidos, pero me repetía: "falta poco, tu puedes"... Al llegar a la meta me di cuenta de lo que me dolían los pies, cojeaba, casi pierdo el equilibrio, pero estaba feliz de haber terminado. Todo el tiempo estuve viendo el reloj, controlando mi paso. Lo mantuve todo el tiempo. Baje un poco a ratos y a ratos recuperaba, cuidando mantener el tiempo estimado de llegada: 4h 45' 13''. Exacto... Lo logre!! No fue un tiempazo, pero fue lo que me propuse y lo que estaba al alcance de lo que mi cuerpo podía dar con el entrenamiento que hice. Estoy satisfecha, pues di lo que podía, y lo hice bien. Nunca me acordé de mi antigua lesión, y nunca me molestó…

Pedrito siempre habla de mi serenidad, y es cierto, durante la carrera estuve siempre haciendo bastante fríamente, un autoexamen. Por eso puedo escribir este relato (podría hacer un tratado). Pero debo admitir que lo que me generó realmente una inquietud que no pude controlar fue el tiempo del entrenamiento y el temor de no poder hacerlo. Y más aún, de defraudar sobre todo la confianza que Pedro y la Nena habían depositado en mí. Fue todo inconsciente, pero mirando hacia atrás puedo decir que si alguien saboteó su entrenamiento en esta ocasión, fui yo: aumenté de peso, me quedaba dormida, me metí en cuanta clase podía… Y al final me lesioné tratando de recuperar lo perdido.

Por eso, aunque estoy contenta de la carrera que hice, estoy muy comprometida con mejorar ese tiempo considerablemente... El próximo entrenaré para 4 horas... Prometo hacer todo el esfuerzo y procuraré no bajar la meta...

Faltando 5 días para el maratón escribí: “Hoy ando con una nostalgia que no es normal... Estos días las emociones no han sido fáciles de controlar... un día eufórica y el otro con las lágrimas a punto de brotar... Es increíble esto. Cada quien lo estará viviendo a su manera. Justamente esto me ratifica que el maratón comenzó hace más de 18 semanas, para mi, hace ya más de un año, y que toda esta travesía bien ha valido la pena hasta aquí, y que cada día de entrenamiento, de compartir con todos, suma un montón y en sí misma ya es toda una experiencia. Y lo más bonito de todo, los lazos que estoy segura estamos atando entre nosotros y que hagamos lo que hagamos, siempre nos mantendrán unidos y nos prometen experiencias como esta muchas veces más...” Hoy, un poco más de tres semanas después, ratifico que espero volverme a sentir como en esa oportunidad y que espero seguir siendo parte de los …Con Todo por un largo tiempo y por los muchos maratones y experiencias más que la vida nos guarde…

Gracias por todo a TODOS, Paula"

Si deseas ver a Paula con su equipo Con Todo,, puedes ver nuestro Albúm de fotos en Flickr: http://www.flickr.com/photos/kilometro43/2061987609/.


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