Finalmente, me vine a Londres ya que no me pude resistir a visitar a mi cuñado y a su esposa, quienes viven en esa ciudad y han sido unos anfitriones excelentes. Bueno, creo que decir que sí a un viaje de estos no tiene mayor mérito ya que Londres tiene demasiadas cosas que ofrecer a quien la visita. Aun cuando hace unos días apenas pensé que no participaría en el maratón, el ambiente de la Expo y de la ciudad me vencieron.
Como dicen por allí en esos actos peligrosos, "no trate de hacer esto". La pasé mal pero lo disfruté. Suena a masoquismo pero así somos los corredores. Cualquiera que nos vea y no lo entienda dirá: "y todo por una medallita".
Lo primero es que no sólo no entrené casi los últimos sesenta días, sino que los últimos tres no hice más que caminar por la ciudad. Por supuesto que no buscaba correr mi mejor tiempo, pero sí pretendía faltarle el respeto al maratón haciendo un tiempo de 3:45. El maratón me engañó. Dejó que creyera que podía hasta el kilómetro 30 y luego me revolcó sin piedad como una ola de la playa más salvaje que podamos imaginar.
Luché siete kilómetros más sabiendo en el fondo que nunca ganaría esa batalla. A pesar de tener años corriendo parecía que no había aprendido nada. En el 37 no me quedó otra opción que detenerme. Caminar con la rabia a cuestas sabiendo que el maratón había ganado esta vez.
Las ganas de retirarme eran su última arremetida, pero con eso no pudo. Dejé que me pasara Spiderman y Bob Sponja, pero allí seguí. Esto tengo que decir que fue lo peor. Digo, lo de Bob Esponja. Con la frente en alto caminé las últimas tres millas para terminar el maratón de Londres.
Ahora en la calma de la casa estoy contento de haber terminado. Este es mi maratón número once y el primero por encima de cuatro horas y ahora sólo me falta Chicago para completar los cinco maratones más grandes del mundo (Nueva York, Boston, Berlín, Londres y Chicago). Además, tengo mi "medallita".
Parciales:
10 km | 0:53:12 |
20 km | 1:47:19 |
half | 1:53:15 |
30 km | 2:45:12 |
40 km | 4:01:32 |
finish | 4:22:19 |
4 comentarios:
¡Felicitaciones! Lo del tiempo es lo de menos, más hazaña deportiva que terminar la prueba luego de la enfermedad que impidió el entrenamiento adecuado, y disfrutando (y también sufriendo)la carrera desde otro paso distinto al acostumbrado hacen de ti todo un maratonista. ¿Acaso no fue la medallita que te costó más?
Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que sí es la que más me ha costado, incluyendo la de los 100kms que hice en Madrid hace tres años. Por ahora ocupará un lugar especial en mis anécdotas maratonianas.
saludos desde Madrid, Carlos.
Yo tambien estuve en Londres corriendo, era mi 3ª maratón.
Tambien quería hacer 3.45 y tambien me llevé un revolcón :-)
(tienes la crónica en http://mayayo.blogspot.com si te apetece)
Y como tu, pienso que es una carrera maravillosa y estoy muy contento de haberla corrido, pese al dolor....
Animo y a por la siguiente!
felicidad..que despues de seguir lacronica, la varicela la lesion y aun asi estar en ese tiempo..
venga que eres un guerrero.
y tendre que aprenderte algo ahoraque inicio yo mi entrenamiento para mi debut en lo 42195 metros.
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