diciembre 28, 2006

Correr: una buena meta para comenzar el 2007

Después de haber revisado muchas motivaciones para correr y en plena época de fiestas de fin de año, este definitivamente es el momento propicio para decidirse a dar el primer paso. ¡Vamos a romper esa inercia del día a día y vamos a movernos un poco por la razón que sea, según el caso!

Esa meta puede ir desde hacer ejercicio al menos tres o cuatro veces por semana, como el caso de mi esposa, hasta correr un maratón de 42 kilómetros como el caso de Jean Carlos López que amablemente nos escribió esta semana. También hay metas más ambiciosas como la de mi amigo Esteban Ruiz, que desea correr un ultramaratón (carrera de al menos 80 kilómetros).

No importa cuál sea tu Everest, visualízalo y proponte un plan para alcanzarlo. Ya verás que satisfecho se sentirás a finales del 2007 cuando voltees hacia atrás y veas lo que lograste.

Todavía me acuerdo cuando en el año 1997 Tedy Tovar (persona que ha corrido más maratones de 42kms en Venezuela: 57) me obsequió un afiche del maratón de Nueva York (que por cierto él ha corrido 16 veces) y lo coloqué en la pared de mi oficina por cortesía, pero que nunca pensaba correr esa distancia.

En menos de doce meses estaba corriendo mi primer 42. Hoy, diez años después he corrido diez maratones de 42 kilómetros y uno de 100. Para el 2007 planeo correr Miami, Londres y Chicago. Como dice la campaña de Adidas, Nothing is Impossible.

Eso sí, todas las metas requieren de una planificación y un esfuerzo para lograrlas. Esto debemos tenerlo claro para evitar frustraciones. Como dijo Juvenal, “todos desean saber, pero nadie quiere pagar el precio”. Esta cita la podríamos transformar en: “muchos quieren correr 42k, pero pocos están dispuestos a pagar el precio”.

¿Cuál es el precio? Eso depende de cada quién, de sus prioridades, de su situación personal y de las propias metas que se impuso. Algunos costos típicos del entrenamiento de larga distancia son:

  1. Tener que levantarse temprano en la mañana
  2. Tener que acostarse temprano la noche antes
  3. Dejar de hacer otras cosas que nos gustan como desayunar en la cama, etc.
  4. Mantener un plan de entrenamiento constante a costa de la actividad cotidiana del trabajo o los estudios.
  5. En mi caso, creo que el costo más importante de entrenar es dejar de estar con mi familia. Eso me pega más los fines de semana, por supuesto y lo compenso saliendo a correr bien temprano.

Siempre te mantendrás entrenando cuando los costos de hacerlo no sobrepasen tus beneficios recibidos (aquellos que revisamos en las motivaciones para correr). Por eso, sugiero que definas bien tus beneficios y costos de forma que te traces metas que tengan un costo que puedas pagar.
¿Cuál es tu costo
?

1 comentario:

La Flaca Bohemia dijo...

¿Mi costo? Nunca me había preguntado eso. Por ahora no creo que sea elevado, dejar de comer cuanta chatarra me gusta y pensar más en el valor nutricional de lo que como para que me pueda ayudar en mis entrenamientos, dejar de ver la TV en una de sus mejores horas para salir a correr, la verdad que no es mucho. No tengo niños por ahora y mi esposo también disfruta de la carrera, así que hasta hoy me ha salido barata la cosa!

Saludos!