Ayer en la mañana salimos a correr bajo una ligera lluvia. Excelente clima para un entrenamiento sabatino. Lamentablemente un mal día para estrenar mis zapatos (Saucony Omni Grid 5).
Al llegar a casa, ambos zapatos estaban mojados y cubiertos de barro. Con ellos, el Footpod de mi monitor de ritmo cardíaco (Polar 625X).
Es común que nos quitemos el Footpod, lo sequemos y lo guardemos para nuestra próxima faena. Sin embargo, por dentro quedan gotas de agua y humedad que con el tiempo oxidan algunas piezas con la irremediable pérdida del equipo, cuyo costo es de US $ 120 aproximadamente.
Les sugiero que lo abran y lo sequen bien, de forma de alargar su vida útil. Me refiero al modelo que funciona con los monitores 625X, RS100 y RS200.
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